Buscando a mi viejo amigo.. (Romeo, Portia C.)

Tema: Buscando a mi viejo amigo.. (Romeo, Portia C.) Vie Oct 02, 2009 2:43 pm

Inconcientemente llegue al Palacio Real. Era evidente cuanto extrañaba a Romeo y a Paris.
Recorde que la ultima vez que les vi yo ya habia sido elegida para Condesa y Romeo se burlaba por la manera en la que me recogian el cabello.

Ahora yo era otra. Una que había aceptado su deber y a mi parecer había crecido mas bonita.

Los Montesco eran los primos de Verona de los Padula, y me apostaria cualquiera a que ellos no dejarian esa amistad. Su familia era tan perfecta... Justo como queria la mia.

Pero luego de un mes me habia dado cuenta que ni la madre ni el hijo se aparecerian por aqui. La señora de los Montesco bueno mi padre había dicho que no nos recordaba, aunque yo guardase la esperanza. Y Romeo a su edad era para estar ocupada buscandose una familia.

Una voz interrumpio el hilo de mis pensamientos volviendome a una realidad definitivamente aceptable.

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-Antonella, eres tu- dije impresionada por lo bonita que era

-Como has crecido corazon, mirate estas hermosa- confese dandole un calido abrazo

-Valla tu cabello aun esta recogido como antes-

tenia ya tiempo que no veia a Antonella y dudaba que en verdad fuera ella pero sus ojos no me engañaban realmente era ella.

-Romeo viene a paso lento como siempre, ya no tarda- anime a la hermosa jovencita

Pude sentir como mi rostro se iluminaba. Rapidamente solte la trenza de mi cabello, y este callo liso y largo a mi alrededor.

Era mi día de suerte.

-¡Tí...!- dude en llamarle como antes, habia pasado mucho tiempo y bueno yo había agarrado el resperto por la realeza. - ¿Que os a pasado? Pero.. ¡Si estáis preciosa!

La abrace de nuevo, ella tenia la calides que una madre jamas tendria. recorde que cuando era chica, ella era la que mas me hablaba, mi madre siempre estaba en los consejos y cosas así.

-Tia... Ha pasado mucho tiempo, disculpadme.- Dije soltandole al instante. No queria ser irrespetuosa.

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de inmediato tome sus manos.

-tranquila corazon, todo esta bien siempre soy y sere tu tia- dije tratando de que ella me tubiera confianza como antes

De inmediato pase mis dedos por sus largos y hermosos cabellos y ella me sonrio.

-sobrina-dije calida-ven sentemonos cuentame como esta todo y la familia como ta a parado el destino-cuestione mientras tomaba su mano y la llevava hasta la entrada principal del palacio.

note que ella miraba a los lados.

-descuida Romeo de seguro se quedo platicando con Benvolio, ya vendra, ellos tienen tanto que charlar-

Acomode mi vestido. De cualquier manera mi padre la adoraba como a mi madre, por tanto si se enterara estaria saltando de felicidad.

-Desde el día del accidente de Verona...- dije recordando cuando aquella gran casa se incendio- papa no me a dejado volver. Dice que pondria peor, temo decir que eso me a enfermado.

Ella puso una cara como si Venecia se hubiese hundido.
Mire tranquilamente a las rosas, normalmente no lo diria pero eso de veras me aterraba, dos ataques mas y estaria perdida.

-Pasemos a lo bueno, Florencia, esta comprometida- ahora sonreia, mi hermana se merecia algo bueno- Y mi madre dice que si sigo así posiblemente me nombren, Pero contadme ahora vos.. como os va?

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acaricie su mejilla y me dispuse a hablar.

-pues yo hace poco que volvi al reino, me ocultaba con una hermosa jovencita Julieta tal vez la conoces...dias despues me encontre a Romeo y a Cielo y me convencieron de regresar a la casa y pues aqui me tienen de vuelta- dije

Me acomode el cabello y me puse a pensar en lo que habia dicho del incendio acaso ella sabia algo mas.

-Antonella y tu padre que te dijo del incendio, te dijo algo mas o por que ya no te dejaba volver-cuestione algo preocupada -pero...pero tu salud esta bien verdad sobrina-

Ella asintio con la cabeza pero con un poco de tristeza en el rostro por recordar sus imprevistos ataques.

-has hablado con tu primo, te conto lo que hizo este tiempo- pregunte divertida dedicandole unos ojos traviesos a Antonella quien de nuevo sonrio.

No podia mentirle, podria ser excelente actriz con cualquier noble o realeza, pero a ella... quien de veras habia sido mi tia? Imposible, me dije.

-Yo... La verdad es que no. Mi padre me mantiene oculta. Estoy enferma, si yo muero y Florencia se casa en el proximo año, cualquier familia real inclusive la vuestra podra ser Conde o Condesa de toda Venecia.

Subí mi pie y solte la tobillera regalo de primo.

-Con Paris, solo e hablado desde que me regalo esto- dije con muchisima tristeza.- Romeo... Supongo que como se a comprometido o algo así e escuchado me a olvidado.

Ella nego con la cabeza. Aparentemente feliz. Le dí una sonrisa decirle que estaba realmente grave iba a ser grave de veras.

-Te hago una apuesta a que nadie me reconoce.- reí- ni siquiera Romeo, ademas de que a su "Doncella" le voy a caer peor que un plato de comida frances. ¿Trato?

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-entonces... trato- accedi sonriente.

-Antonella te digo algo y prometes guardarme el secreto-dije dudosa

-es que la verdad no creo que su "doncella" te vea mal... Romeo no quiere casarse con Hermione y rompio su compromiso, apesar de que tu tio... no sabe nada pero el no se va a casar- Antonella me miro anonadada y cuestione los detalles.

-sobrina, la verdad no se por que pero el me dijo que queria buscar el amor verdadero y que definitivamente Hermione no lo es...-susurre

-no estes asi veras que pronto veras a Paris el regresara-

Ha decir verdad estaba muy decepcionada. ¿Romeo no había sido leal a una promesa?

-¡Pero...! El es un sangre real, como tu, como yo!- chille, haber rechazado a una prometida era peor cosa que podría haber.

-Dijiste Hermione?- pregunte y ella asintió.

Ella era la misma chica a quien yo habia encontrado siempre triste y distraida. Histericamente queria gritar y rechazar de mi amistad a Romeo, yo misma había dejado todo a un lado por nuestros padres por una tradicion y el no podria haberla seguido.

-Tía sois como mi madre pero no puedo entederos... Hay que ser leales o ya no es así? A mi tío le va a dar algo cuando se entere ademas de que... El tantas posiblidades con alguien de la realeza. ¿¡Quien es ella¡?- exigí.

Me levante y volví a ver a las rosas. Esto tenia que ser una broma.

-Lo lamento, es que... Vos sabes que el es mas que mi hermano y es casi mi sangre y... Hermione me parece tan perfecta, me da coraje pensar en quien podra ser. De veras lo siento.

Hice una reverencia y me sente ahora a sus piernas, en el piso avergonzada y dolida.

-Creo que es mejor que me vaya no?

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-si, asi es corazon- respondi levantandola del piso -las cosas se tienen que seguir al pie de las reglas, yo intente decircelo pero el no quiere-

-tu tio no sabe nada y te ruego no la digas nada, el hasta ahora sabe que se casaran pronto pero solo sabe eso, a decir verdad que yo sepa Romeo no sale con nadie por ahora pero...- dude un momento y pense.

En ese instante me llegaron a la cabeza un par de recuerdos una romantico y otro no tanto.

-te confieso que una vez vi a Hermione con Romeo tomados de la mano pero parecia el mas su amigo que su prometido aunque a ella los ojos le brillaban de felicidad...pero...un dia tambein lo vi con otra jovencita de caballos marrones muy linda, eso fue extraño segun yo ellos no se conocian pero cuando se cruzaron en el camino y ambos comenzaron a ruborizarse fue algo lindo...-

tome aire y continue.

-apesar de que nunca se tocaron sus ojos despilfarraban luz a mas no poder... creo que algo se traen aquellos dos...-

Antonella me miro y me dirijio una mirada molesta y dudosa.

-relajate, ella...tambien es de la realeza- susurre

-es Julieta... Juliete Capuleto- solte sin poder contener mis palabras un segundo mas entre mis labios

Juro que nunca en mi vida quize gritar tanto. Si el se apareciese por allí lo entenderia. Pero podria jurar que lo estaba haciendo mal. Hermione es una preciosa, incluso hasta mas que yo y Julieta me habia parecido tan simple... Quiza no era así pero me habia dado una buena impresion.

Lagrimas se deslizaron por mis ojos. Sin sentimiento, ahora lo unico que faltaba era que Paris tuviera una hermana para que me suicidase.

-Yo... No puedo creerlo.- dije simplemente. Mi voz estaba seca y vacia. Mi ejemplo a seguir, mi unico hermano y simplemente se habia alejado de todo?.

Me levante y camine fuera allí.

-No me importa quien es. Podra ser la mujer mas linda de este continente, mas si Romeo no cumple su promesa yo... Os juro que El jamas podra aparecerse por Venecia o España.- dije firmemente.

Estaba dolida, quiza era la peor cosa, yo iba a ser una condesa, y tenia que apegarme firmemente a las leyes. Era terrible para mi no hacerlo y luego de Della escala y su sequito, Los Montescos eran la ley aquí no podía creerlo.

-Es solo por el Portia tu y mi Tío pueden pasarse por mi hogar cuando lo deseen ademas de que no dire nada.

Me volví y choque con alguien.

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-tranquila hija- añadi a Antonella quien enfurecia cada vez mas -te puedes poner mal- dije mientras trataba de incorporarla lejos de la persona con quien choco ya que sabia que no era la mejor en ese momento pero jamas deje que voltiara a ver a aquella persona con la que choco

-el...el solo quiere estar con alguien que no sea Hermione, yo se que ella es perfecta y que nadie mas lo merece tanto como ella a el pero piensa, tambien Julieta a sufrido mucho no es facil salir adelante cuando vez como tu familia muere quemada y te das cuenta que la unica persona que te ayuda es aquella con la que quieres pasar el resto de tu vida- trataba de hacer entender a Antonella que apesar de las reglas el amor verdadero era lo mas importante

Cuando Antonella volvio con la persona del choque trate dde regresarla para que no se alterara mas sabia que no queria saber nada por ahora de aquel cuerpo que la impacto.

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-¡Antonella!- ella se chocó contra mí casi provocando mi caída- ¡me alegro tento de verte!
La abracé sin importarme el protocolo y la miré feliz.
-Te ves hermosa de veras- la miré de arriba abajo- ¡Qué guapa estás!
Miré a mi madre sonriente.
-Siento la tardanza...Mercutio y Benvolio me capturaron por el camino- bromeé-¿De qué hablaban en mi ausencia?
Las miré a ambas con una sonrisa pintada en el rostro.

Casí de mi brotaban lagrimas ahora de felicidad, pero con lo que me habia dicho la tía, no tenia ganas de nada.
Queria deterretirme. Justo en ese momento, el era el ser al que mas habia tenido ganas de ver. ¿Que haria ahora?

-Gracias.- dije con mi acento Español. Algunas cosas jamas no cambiarian.- Vuestra me a contado muchas cosas empezando por lo Hermione...

Le abrace tambien, podria jurar que estaba muy sorprendido, aunque yo solo era espontaneo con el y con Paris.

-Os e extrañado mucho, de veras. Pero ahora solo quiero que vos me lo expliques, ¿Que a pasado con el chico perfecto a su familia? - Pregunte mirandole a los ojos.

Detras de mi Portia observaba la escena. Yo solo queria una explicacion.

-Disculpadme- la espontaneidad habia desaparecido, volví a abrazarlo y nada pasaba por mi mente.

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No crei que Antonella lo abrazara de nuevo al principio parecia furiosa pero despues de un abrazo calido las llamas se apagaron.

-Romeo... lo lamento hijo pero sabes que jamas le escondo nada a nadie y se me salio...- comente apenada con Romeo por que al parecer el no queria que nadie se enterara de el predicamento amoroso de mi hijo.

El sonrio amable y eso me hizo sentir mejor.

-sera mejor que hablen chicos, yo ire a cortar algunas flores para ...para tu familia Antonella- dije para dejar solos al par de chicos que necesitaban sinceramente hablar.

Sin alejarme mucho de donde ellos estaban me diriji por un ramillo de rosas blancas que estaban a solo metros de la entrada

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Cuando mamá se hubo ido invité a sentarse a Antonella.
-Me di cuenta de que no amo a Hermione...Que amo a otra chica...-le dije nervioso- Ella es Julieta Capuleto.
Esperé su reacción. Quizás se enfadase y jamás me volviese a hblar, lo cual era muy posible. O quizás se ablandase y me dejase explicarme.
-Yo...No sé como ha pasado, pero la amo, la amo y la amo.

-¡¡puaj!!- fue todo lo que pude decir. Me hizo sentarme en las escaleras, posiblemente esperando mi reaccion aunque no tenia idea de para que, yo no era la Reina de inglaterra.

En cuanto el se sento, hice un gesto que llevaba años sin hacer. Me acoste en su regazo, cuando eramos chicos, y aun no sabia que creceria para ser Condesa no me cuidaban tanto y tenia mas confianza, aquella que se habia ido volvio. Mi rostro seguramente no demostro nada, dado que el solo estaba impresionado.

Me puse comoda, y pense, el era como mi hermano, y hasta en un momento pense que me gustaba, hasta que claro me paso lo que me paso. Deberia enterderle, aunque mi lealtad me hace no querer hacerlo.

-Os vais a quedar callado viendome como si os fuese a fusilar o me vas a contar a quien debo decapitar?- pregunte tan curiosa como una niña pequeña.

Ahora de cerca podia detallarle, y saber que le apoyaria, aunque solo bastaria saber de que altura estaba Julieta.

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-Antonella- le dije acariciándole el cabello-. Julieta es la razón por la que vivo, ni más ni menos. Ella te caería bien, lo sé- la miré suplicante-. Dime que tengo tu bendición. Es muy importante para mí, te lo ruego.
Espere su reacción nervioso. Antonella era una persona muy importante en mi vida y no quería enemistarme con ella. Suspiré y cerré los ojos.

Me estire un poco y bese su mejilla. No me importaron titulos, no me importaron ni razones ni logicas, ni nada. Le queria demasiado como no defenderle de lo unico que podia, que era la sociedad Veneciana, yo jamas permitiria que el dejara de vivir si dejase de verla.

-Juro, que jamas os dejare solo.- le dije, lagrimas salieron por una desconocida razon.- Si Hermione necesita excusas yo se las dare, si vuestro padre necesita razones las firmare, y si os juzgan, les castigare.- Era muy a mi estilo ser poetica, pero creí que se me habia pasado la mano por una vez, siempre habia querido ser como una hermana para el y parecia haberlo logrado.

Volví a abrazarle, mientras el se quedo como si le hubiesen dicho la mayor cosa del mundo. Y vi a Portia sonreír `por el rabillo de mi ojo.

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