Estar aqui era muy refrescante. Por mucho que mi madre y mi hermana odiaran este lugar, a mi me traian recuerdos de buenos tiempos.
A cada artesano que veia le trataba de encontrar su pieza mas bonita, y guardarla para mi. Aunque jamas tendria mas objetos preciados, aqui en Verona los Bailes abundaban. Tenia ganas de conocer a la Realeza de aqui, ya que cuando era chica y venia Paris, mi primo, me retenia en su hogar. Me sacaba de quizio pero sabia que debia hacerle caso.
Ya era una señorita, que pronto seria "Condesa" para mi sonaba algo muy grande tan solo por tener el apellido Padula. Aunque ese no era mi mayor problema, Verona me libraba de los recuerdos de mi unico Amor aunque por otro lado aqui habia visto a la gente morir y en mi opinion era mucho peor.
Librarme de Florencia, mi hermana, era mi mayor regalo. Ella no habia aceptado que las cosas "emocionantes" no le pasarian a ella, si no a mi. Como quisiera poder cambiar eso.
Gente de aqui parecia ser Española y de otros lados de Italia, a diferencia de que en Venecia abundaban los extrangeros y la Realeza.
Los Montesco posiblemente en cuanto supieran que me habia recuperado casi por completo, me invitarian a uno de sus bailes, eso me reconfortaba aun mas, aunque mi mente estuviera muy nublada.
Me dispuse a Salir del jardin de mi nuevo hogar, para ir a la plaza central y averiguar donde se habian metido el Principe Della Escala, el "conde" paris (para mi siempre seria mi primo) y averiguar cuales eran los Capuletos ya que el patriarca habia muerto y no queria ser una Noble- Real sin respeto por la vida.