En busca de verdad.

Iba caminando rumbo a la casa de la vieja nana de Julieta Capuleto, segun lo que me habian dicho estaba viviendo en esa zona. Yo no temia caminar por este tipo de lugares, ya que mi padre me habia acostumbrado desde pequeña a acompañarlo cuando iba a chequear las casas de sus empleados(a el le encanta ayudarlos).
Estaba caminando por una de las calles mas pobres y llena de gente, cuando divise a una muchacha con un sencillo pero hermoso vestido azul. Estaba palida y se habia sentada junto a una casa, por lo que decidi acercarme para ver si necesitaba ayuda.

- ¿Te sientes bien? ¿Necesitas ayuda? - Le pregunte. Ella me contemplo como si tratara de comprender lo que yo le decia. Mientras esperaba su respuesta no pude evitar fijarme en el collar de oro que tenia en su cuello del cual colgaba un delicado dije en B. Obviamente esta muchacha no pertenecia a este barrio, por lo que me preocupe mas aun, tal vez algo le habia sucedido.

- No, no soy de aqui, pero vine a visitar a una vieja amiga. Pero dime, ¿En que trabajas?- Estaba segura de que no podia trabajar en nada, observe descaradamente sus manos como para convencerla de que no intentara engañarme, obviamente esas delicadas manos no sabian que era trabajar, eran pequeñas y finas, mas apropiadas para la musica que para el trabajo pesado.

-No gracias, acabo de comer.- La muchacha era muy educada y su forma de hablar era una prueba mas de que no era lo que deseaba aparentar. Cual era su verdadero motivo para estar ahi era todo un misterio, y yo siempre he sido muy curiosa por lo cual no podia irme sin tratar de averiguar que se traia entre manos. Decidi que lo mejor era decirle quien era yo, para asi poder ganar un poco su confianza y quizas, solo quizas, lograr averiguar que estaba haciendo alli.
- Perdona mi mala educación, deberia haberme presentado. Mi nombre es Alexa Cullen, mi familia se ha mudado a Verona hace unos pocos dias y estamos viviendo cerca de la casa de los Montesco, quienes son grandes amigos de mi familia.

Antonella Padula.... su nombre no me sonaba pero si su apellido, estaba segura de haber escuchado a mi padre nombrar a esa familia. Me llamo la atencion el hecho de que dudara antes de decirme que hacia aqui, posiblemente aun no se decidia a ser sincera conmigo, pero bueno, quien era yo despues de todo para pedirle sinceridad a una extraña.

- Es un placer Antonella, y estoy segura de que la ciudad me encantara, ya he estado aqui antes, de hecho pase unas vacaciones con mis hermanos en la casa de los Montesco hace algunos años. Claro que las cosas eran un poco diferente en aquel momento.

La chica me miro con curiosidad y se sonrio, iba a decirle algo mas cuando me senti observada y dirigi mi mirada hacia un extremo de la calle. Alli pude ver a una muchacha muy bien vestida que nos observaba con cierto temor... parecia que hoy era el dia en que todas las muchacha de la nobleza habian decidido desfilar por aquellas calles inundadas de campesinos.

Antes de que ella hablara decidi hacerme cargo de la situacion.

- Gracias por preocuparse, aunque no es necesario. Mi amiga solo estaba descansando un momento, pero ya nos vamos.

Despues de decir esto le tendi la mano a Antonella, esperando que esta me siguiera el juego. Yo no tenia la intencion de darle mi nombre a ese muchacho. No queria tener que explicarle a mi familia o a los Montesco por que motivo andaba deambulando por aquellas calles, y de alguna forma estaba segura de que Antonella tampoco queria tener que identificarse.

Me llamo la atencion su repentina peticion, pero tenia sentido, si yo queria su confianza, primero tendria que confiar en ella. Me parecia justo, por lo que accedi.

- De acuerdo. He de decirte que yo no deberia estar aqui, y si mi familia lo supiera estaria envuelta en un gran problema, ya que bajo ningun concepto puedo decirles la verdad. Nadie debe saber que estuve hoy aqui. Pondria en riesgo mi vida, ademas de la seguridad de toda mi familia.

La mire para ver su reaccion, parecia comprender, como si ella estuviera en una situacion similar a la mia.

Me petrifique en el momento en que dijo quien era. Era la prima de Paris! La mire por un momento analizando su rostro para ver si me mentia, pero me miraba con total honestidad. Yo ya habia notado que era de alta alcurnia tanto por sus joyas como por sus manos y pelo, pero nunca crei que tanto.
Sin embargo habia cosas que no me cerraban, Paris me habia hablado varias veces de su prima pero hasta donde yo sabia ella vivia en Venecia.

De todos modos no era el momento ni el lugar para hacerle un interrogatorio, por lo que decidi tomarla delbrazo y sacarla de alli lo mas rapido posible.

Ella no dijo nada y trato de caminar a mi paso, pero empezaba a agitarse. Me di cuenta de que su estado de salud no era el mejor del mundo y no podia dejar de preguntarme que demonios hacia una chica de la realeza en ese estado en medio de un barrio de campesinos.

Ella no dejaba de mirar sobre su hombro, asi que me voltee rapidamente y pude ver que alguien nos seguia. Tenia que hacer algo y rapido.

En ese momento un carruaje de alquiler pasaba por la esquina, por lo que la arrastre rapidamente hasta este mientras le gritaba al chofer. El buen hombre en cuanto nos vio freno y aguardo. Sin preguntarle nada a Antonella la hice entrar al carruaje y le pedi al chofer que nos llevara rapido hasta la Mansion Cullen.

-Solo quisiera saber ¿que puede ser tan importante para que arriesgues tu salud de esta manera? ¿Que hacias en aquella calle cuando te encontre ? Y por favor no mientas, si he de arriesgarme por lo menos creo que merezco saber en nombre de que lo hago.

La mire fijamente como para que se diera cuenta de que no bromeaba. Necesitaba saber en que me estaba involucrando, aunque conociendome sabia que pasara lo que pasara no la abandonaria en estas circunstancias.

Relaje mi posicion, ella decia la verdad, no habia forma de que eso fuera una mentira. Y si lo que hacia alli era protejer la virtud de su hermana, yo estaba en la obligacion moral de ayudarla.

-De acuerdo.- le dije soltando un sonoro suspiro - Pero deja de ofrecerme cosas a cambio de mi silencio. Soy una noble hija de nobles, la palabra y la virtud son los bienes mas valiosos para mi. No necesito que me des nada. Te ayudare por que considero que tus motivos son validos. Yo tambien tengo una hermana, y jamas permitiria que ensucie el apellido de mi familia.

Su cara se ilumino y una chispa de alegria refulgio en sus ojos. Hasta parecia que habia recobrado un poco el color.

- Bueno, dime que debemos hacer.

Era una locura, ni siquiera tenia un plan, pero no podia abandonarla asi que me decidi a hacer lo que proponia. De todos modos solo tendriamos que esperar unas pocas horas y luego.... luego veriamos, en realidad no tenia ni idea que podria pasar luego.

-De acuerdo- le dije sin mucho convencimiento- esperaremos "Annie".

Ella me miro con un gesto burlon y no pude mas que sonreirme, toda la situacion era completamente absurda. Era cierto que cuando decidi ir hasta ese lugar a buscar a la antigua nana de Julieta sabia que me exponia a un gran riesgo pero nunca pense en nada como esto.

Genial, ahora se le habia dado pr interrogarme! De todos modos no tenia muchas opciones mas que contestarle, pero temia que eso me metiera aun en mas problemas. ¿Como reaccionaria alguien de la realeza si sabia el motivo por el que me encontraba alli?
Lo pense durante un minuto mientras vi como su impaciencia aumentaba. Decidi decirle la verdad ya que ambas estabamos en situaciones comprometidas.

- Estoy buscando a la antigua nana de la familia Capuleto. Alguien me dijo que vivia en esta zona y me urge hablar con ella.